Tema 24 – La evaluación de la Educación Física en la Educación Primaria. Evaluación del proceso de aprendizaje y del proceso de enseñanza: mecanismos e instrumentos. Función de los criterios de evaluación de etapa.

Tema 24 – La evaluación de la Educación Física en la Educación Primaria. Evaluación del proceso de aprendizaje y del proceso de enseñanza: mecanismos e instrumentos. Función de los criterios de evaluación de etapa.

Introducción.

La evaluación de la Educación Física en la Educación Primaria.

Marco legal.

Aproximación conceptual al término “evaluación”.

Características específicas de la evaluación en la Educación Física.

Objetivos de la educación y su evaluación.

Aplicaciones de la evaluación en Educación Física.

Evaluación del proceso de aprendizaje y del proceso de enseñanza: mecanismos e instrumentos:

Evaluación del proceso de aprendizaje.

Evaluación del proceso de enseñanza.

Orientaciones para la evaluación.

Pruebas e instrumentos para medir las habilidades motrices básicas y específicas.

Pruebas para medir y evaluar las cualidades físicas básicas.

Función de los criterios de evaluación de etapa.

Conclusiones.

Referencias bibliográficas y documentales.

INTRODUCCIÓN:

Este tema tiene vital importancia en el proceso de Enseñanza-Aprendizaje, pues vamos a recibir tal cantidad de información que va a hacer que seamos más objetivos en cuanto a la valoración de los resultados académicos y logros personales de los alumnos.

A través de este tema analizaremos el marco legal que sirve de soporte a la evaluación de la Educación Física, así como las características, objetivos y aplicaciones de la evaluación en nuestra área de estudio.

Profundizaremos más en la idea de la evaluación, dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Así como en las orientaciones pedagógicas y el estudio de las pruebas e instrumentos de la evaluación en el marco de la Educación Física en la Educación Primaria

LA EVALUACIÓN DE LA EDUCACIÓN FÍSICA EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA.

La evaluación en general y por supuesto la evaluación de la Educación Física en la Educación Primaria se presenta como un instrumento al servicio del proceso de enseñanza y aprendizaje, que se integra en el quehacer diario del aula y del Centro Educativo. Esta se convierte en un punto de referencia para poder adoptar medidas de refuerzo educativo, así como adaptaciones curriculares para el aprendizaje de los alumnos, en suma para la corrección y mejora del proceso educativo.

La Educación Física posee una serie de peculiaridades que se deben de tener en cuenta a la hora de planificar la evaluación, así como de extraer consecuencias, para situarnos en una posición correcta. Por un lado hay que tener presente la ausencia de un contenido estable, definido y uniforme, que de solidez a nuestra asignatura. Por otro lado el carácter funcional de nuestra asignatura. El tiempo disponible, la necesidad de instrumentos o condiciones específicas y la imposibilidad de evaluar de forma masiva restan eficacia a la evaluación.

Marco legal:

Para evaluar el área de Educación Física en la Educación Primaria nos vamos a basar en dos aspectos fundamentales que la van a caracterizar y al mismo tiempo delimitar: el aspecto normativo y el aspecto curricular. La orden que regula sobre la evaluación en Educación Primaria es la Orden de 12 de noviembre de 1992.

Dicha Orden establece unas consideraciones preliminares: ”La evaluación se plantea como un instrumento al servicio del proceso de enseñanza y aprendizaje y se integra en el quehacer diario del aula y del centro educativo. Se convierte así en punto de referencia para la adopción de medidas de refuerzo educativo o de adaptación curricular, para el aprendizaje de los alumnos, y para la corrección y mejora del proceso educativo”.

Esta misma Orden analizando más específicamente la evaluación en Educación Primaria, nos dice que en la actividad evaluadora hay que prestar especial atención a:

Carácter de la evaluación (art. 2º): Es global, cuando se refiere a las capacidades generales de etapa. Continua, es un elemento inseparable del proceso educativo. Formativa, reguladora y orientadora del proceso educativo.

Los documentos en los que debe reflejarse la evaluación son:

El expediente académico del alumno (art.5º), figurarán junto a los datos de identificación del Centro, los datos personales del alumno, la fecha de matrícula, los resultados de la evaluación, las decisiones de promoción y, en su caso, las medidas de refuerzo educativo o de adaptación curricular.

Las actas de avaluación ( art. 6º); se detallarán los resultados, así como las medidas de refuerzo educativo o de adaptaciones curriculares si hubiera lugar.

Los informes de evaluación individualizados ( art. 9º): Donde los tutores dan cuenta de la situación del alumno, respecto a la consecución de los objetivos que se establezcan.

Libro de escolaridad (art. 8º): documento oficial que refleja los resultados de la evaluación y las decisiones relativas al progreso académico.

Desarrollo del proceso de evaluación ( arts. 11º, 12º, y 13º).: Al comenzar la Educación Primaria, los tutores realizarán una evaluación inicial a los alumnos, posteriormente emitirán un informe de evaluación individualizado al final de cada año escolar y una estimación global del avance de cada alumno en la consecución de los objetivos y criterios de evaluación establecidos en las diferentes áreas al término de cada ciclo.

Las decisiones relativas a promoción, acreditación y titulación de los alumnos ( Art. 13). Serán tomadas por el tutor, teniendo en cuenta los informes de los otros profesores especialistas y en su caso , de los maestros de apoyo, y con audiencia de los padres cuando la decisión comporte la no promoción del alumno al ciclo o etapa siguiente.

La decisión de que un alumno permanezca un año más en la Educación Primaria sólo podrá adoptarse una vez a lo largo de la etapa, como establece al artículo 11,4 del Real Decreto 1344/1991, de 6 de septiembre.

Información a las familias: Corresponde a los tutores informar regularmente a los padres y tutores legales, así como el modo y la frecuencia de informar a las familias. Será por escrito, al menos con una periodicidad trimestral. Asimismo cuando la situación lo aconseje, con el fin de favorecer la comunicación entre el Centro y la familia.

En todo caso, antes de adoptar la decisión de que un alumno no promocione y deba permanecer un año más en el ciclo, el tutor oirá a los padres o tutores y les comunicará la naturaleza de las dificultades, así como las medidas complementarias que se propone adoptar para subsanarlas en beneficio del alumno.

La evaluación del proceso de enseñanza y del proyecto curricular:

Los maestros evaluarán los procesos de enseñanza y su propia práctica docente en relación con el logro de los objetivos educativos así como el desarrollo del proyecto curricular emprendido (art. 15º) bajo el plan de evaluación propuesto por la Comisión de Coordinación Pedagógica y aprobado por el claustro de profesores (art. 16º).

La evaluación del proceso de enseñanza, además del análisis específico del proyecto curricular, deberá incluir los siguientes elementos: la organización del aula y aprovechamiento de los recursos del Centro; el carácter de las relaciones entre maestros y alumnos y entre los mimos maestros, así como la convivencia entre los alumnos; la coordinación entre órganos y personas responsables, en el centro, de la planificación y desarrollo de la práctica docente; la regularidad y calidad de la relación con los padres o tutores legales (art. 17º). Entre los aspectos del proyecto curricular que habrán de someterse a evaluación figurarán:

La adecuación de los objetivos programados a las características de los alumnos:

La distribución equilibrada y apropiada de los contenidos

La idoneidad de la metodología y de los materiales curriculares empleados.

La validez de los criterios de evaluación.

La pertinencia de las medidas de adaptación curricular adoptadas para los alumnos con necesidades educativas especiales. ( art. 18º).

Entre los medios para evaluar pueden incluirse: los informes de la Inspección Técnica de Educación, las aportaciones del Equipo interdisciplinar, así como las opiniones de los tutores como resultado de la evaluación del aprendizaje de los alumnos. (art. 19º).

Los resultados obtenidos en la evaluación del aprendizaje de los alumnos y del proceso de enseñanza servirán para modificar aquellos aspectos de la práctica docente y del proyecto curricular que se haya detectado como poco adecuado a los alumnos y al contexto del Centro. Los resultados de la evaluación deberán ser incluidos en la Memoria anual del Centro. Este referente normativo, debe constituir uno de los pilares para evaluar la actividad en el área de Educación Física, de forma coherente con los principios psicopedagógicos del currículum de la etapa.

Los diferentes tipos de evaluación, que cumplen funciones distintas, requieren igualmente procedimientos y técnicas de evaluación diferenciadas, se corresponden con la concepción constructivista del aprendizaje y, más concretamente, con la perspectiva evaluadora que requiere dicha concepción. Antes de examinar algunos aspectos curriculares – que intervienen en la función evaluadora en esta etapa -, se hace necesario realizar algunas consideraciones sobre la evaluación desde un punto de vista teórico-conceptual del término “evaluación”.

Aproximación conceptual al término “evaluación”.:

La evaluación es la constatación de un valor; se puede definir también como una emisión de un juicio de valor. Desde un punto conceptual, evaluar puede entenderse como: señalar el valor de una cosa o también, estimar, apreciar, calcular el valor de una cosa” (Diccionario de la Lengua Española. Espasa Calpe). De ahí que la evaluación requiera acciones como: observar, medir, comparar, indagar, etc. a través de las cuales podemos obtener datos o información sobre una “cosa”.Su valoración nos va a permitir tomar una serie de decisiones.

La evaluación educativa, en su concepción más amplia y generalizada hoy en día, tiende a ser considerada como una actividad, que trata de obtener una determinada información del sistema educativo en su conjunto o de uno o de varios elementos, siendo su finalidad la de poder formular un juicio y tomar las decisiones pertinentes más adecuadas respecto a aquello que se ha evaluado.

Esta evaluación educativa se sitúa desde la valoración del nivel de aprendizaje de los alumnos hasta el análisis global de todos los componentes del modelo educativo de que se trate (objetivos de aprendizaje, contenidos, contexto socio-escolar, intervenciones docentes, recursos didácticos, etc.) incluyendo al propio sistema de evaluación (metaevaluación).

A nivel histórico, la evaluación educativa ha sido uno de los elementos del currículo que ha experimentado múltiples análisis, desde diferentes perspectivas éticas, epistemológicas y metodológicas.

Las funciones y objetivos de la evaluación se agrupan en dos enfoques contrapuestos: El modelo experimental o cuantitativo y el modelo cualitativo.

El modelo cuantitativo agrupa a todas aquellas formas de evaluación que tratan de comprobar la eficacia de los resultados de un programa educativo a través de instrumentos objetivos (test, cuestionarios, etc.). Obviando los demás aspectos y elementos didácticos del proceso de enseñanza/aprendizaje.

A partir de los años sesenta, viendo las limitaciones de este modelo de evaluación, se incrementa el interés por la evaluación cualitativa, lo que se tradujo en una pluralidad de enfoques de este modelo de evaluación.

Con este nuevo enfoque, la evaluación no sólo sirve para medir, sino que se atribuye función orientadora del proceso de enseñanza/aprendizaje mediante el análisis de los diferentes elementos que intervienen en dicho proceso.

La evaluación cualitativa requiere una metodología plural y flexible e incorpora técnicas y presupuestos de la metodología etnológica (cuestionarios abiertos, observación directa, entrevistas, etc.), tratando de obtener así un tipo de información sobre lo que en realidad los profesores enseñan y los alumnos aprenden o sobre el tipo de influencia que en un determinado momento pueden ejercer las aspectos psicológicos, sociológicos o pedagógicos implícitos en el proceso de enseñanza/aprendizaje.

Otros modelos de evaluación son los propuestos por Scriven, que contienen elementos de los modelos cuantitativo y cualitativo, integra a la evaluación de forma interactiva en el proceso de enseñanza/aprendizaje y que tienen muchos puntos en común con los principios metodológicos y con las orientaciones para la evaluación que prescribe el currículo de la Enseñanza Primaria.

Scriven distingue entre lo que el denomina evaluación sumativa (grado de dominio de un área o un aspecto de un aprendizaje concreto), y evaluación formativa (cuyo objetivo es el perfeccionamieto continuo del proceso educativo mediante el conocimiento de los cambios que se producen en los alumnos y de la adecuación e interacciones que se dan entre los diferentes elementos que intervienen en dicho proceso).

Por último, se debe considerar, desde el punto de vista educativo, las implicaciones que supone, tanto la interpretación de los resultados de cada alumno y los del resto del grupo( evaluación normativa), como la interpretación de esos mismos resultados en función de la propia capacidad de aprendizaje del alumno (evaluación por criterio).

En este sentido, se ha de señalar que la apertura y flexibilidad del currículo oficial obedece a un intento de adaptación a las características y necesidades de cada alumno, que a su vez requiere un planteamiento de evaluación individualizada basada en criterios que establezcan las metas del alumno en función de su situación inicial y de sus posibilidades y capacidades.

Características específicas de la evaluación en la Educación Física.

Estas características las vamos a ver desde dos vertientes: una se refiere al ámbito de desarrollo, objetivos y evaluación de la Educación Física y la otra tiene que ver con las aplicaciones de la evaluación en Educación Física:

Objetivos de la educación y su evaluación en Educación Física:

Los objetivos de la Educación Física los vamos a resumir en cuatro áreas:

Desarrollo orgánico.- Incluye aspectos de la evaluación relacionados, principalmente, con la condición física, la corrección postural y el desarrollo somático.

Desarrollo neuromuscular.- Incluye aspectos relacionados con el grado de habilidad motriz del individuo, tanto en los aspectos básicos como en lo que se refiere a la capacidad de rendimiento en la ejecución de tareas motrices específicas.

Desarrollo personal y social.- Incluye aspectos de evaluación relacionados con las actitudes y los hábitos hacia la actividad física, y la influencia que ésta puede ejercer en las relaciones interpersonales y la postura del individuo hacia los demás.

Desarrollo cognoscitivo.- Aspectos de la evaluación relacionados con la adquisición de conocimientos y la formación de conceptos acerca de las estrategias y tácticas para una utilización inteligente y creativa del movimiento.

Aplicaciones de la evaluación en Educación Física:

La evaluación es un valioso instrumento que sirve al profesor de este área para atender debidamente a una serie de aspectos pedagógicos y didácticos, de acuerdo con la naturaleza de las actividades que se desarrollan en clase. Las principales funciones que la evaluación puede atender son:

Individualización de la enseñanza.- Los distintos niveles de ejecución dentro de un grupo ayudan a realizar un diseño de enseñanza con una mayor individualización.

Diagnóstico.- Las dificultades de asimilación en el aprendizaje de las tares motrices deben ser evaluadas, así podremos adaptar la enseñanza de una forma consecuente con las necesidades individuales y grupales.

Progresión en el aprendizaje.- Para la valoración del proceso de enseñanza-aprendizaje, respecto a su eficacia es imprescindible para poder tener una idea exacta del esfuerzo del alumno en relación con la consecución de los objetivos.

Valoración del programa.- La incidencia del programa de enseñanza, sobre el grupo de clase, debe ser evaluado en relación con el mayor o menor grado de consecución de las metas propuestas.

Predicción del rendimiento.- La detección del nivel que el alumno puede alcanzar, respecto a la actividad física, en etapas posteriores, da una posibilidad de orientación pedagógica respecto a la práctica del ejercicio físico en el futuro.

Motivación.- El conocimiento de los resultados de una ejecución motriz de forma continuada supone para el alumno una mejora en el aprendizaje; es un refuerzo positivo que ofrece una gran motivación.

Calificación.- Parece que esta función de calificación tiene una importancia notable en la evaluación de la Educación Física. La calificación debe estar basada en una evaluación lo más objetiva posible. Es muy importante que los `procedimientos de medición sean lo más válidos y fiables posible.

EVALUACIÓN DEL PROCESO DE APRENDIZAJE Y DEL PROCESO DE ENSEÑANZA: MECANISMOS E INSTRUMENTOS.

Como sabemos la evaluación, debe ser un instrumento orientado a la mejora del proceso de enseñanza y de aprendizaje, debe extenderse a todos los elementos que afectan (objetivos, contenidos, intervenciones didácticas, niveles de aprendizaje, recursos, etc…), tanto desde una perspectiva analítica que valore la influencia que ejerce cada elemento, como desde un punto de vista global que considere el funcionamiento conjunto de todos ellos.

Hay que entender, por un lado, las íntimas relaciones de interdependencia que se dan entre el proceso de enseñanza y el de aprendizaje, y la simultaneidad con que tienen lugar los mismos en el contexto escolar, parece lógico ver que son partes de un mismo proceso, por otro lado, al análisis y comprensión de dicho proceso requiere su descomposición en los diferentes elementos que intervienen en el mismo, lo que, desde el punto de vista de la evaluación, se traduce en una evaluación del aprendizaje centrada en el alumno, en una evaluación de la enseñanza centrada en el profesor y en una evaluación del proyecto curricular general del centro y del área de la Educación Física.

Evaluación del proceso de aprendizaje:

En relación al qué evaluar, la evaluación del aprendizaje de los alumnos, implica los objetivos y los contenidos del currículo escolar debidamente contextualizados en cada centro. En palabras sencillas, la evaluación deberá considerar el grado de adquisición y desarrollo de las capacidades expresadas en los objetivos generales del área que han conseguido alcanzar los alumnos a través del aprendizaje de los distintos tipos de contenidos del currículo.

Los criterios de evaluación de área se han de utilizar como indicadores para la evaluación de las capacidades relacionadas con los contenidos fundamentales del área. Los criterios expresan un grado de aprendizaje determinado por la capacidad que se trata de evaluar y el contenido a través del cual se desarrolla.

La formulación de los criterios de área posee un carácter flexible que permitirá, por un lado, su adaptación a las características socioculturales del centro educativo y a la diversidad de sus alumnos, y , por el otro, una mayor concreción de los mismos a través de su gradación en criterios de evaluación de ciclo, que, en última instancia, aparecerán plasmados en los objetivos didácticos de las distintas unidades. Se ha de subrayar que para la constatación del grado con que los alumnos han alcanzado o desarrollado dichas capacidades se precisa la realización de varias actividades, ya que de las carencias que un alumno pueda presentar en una actividad determinada no puede deducirse automáticamente que el alumno no ha alcanzado la capacidad que se trata de evaluar, puesto que podría darse el caso de que el alumno pueda demostrar la misma en otra u otras tareas diferentes.

En relación al cuando evaluar, si bien la evaluación es un proceso continuo a lo largo de la etapa educativa, se ha de tener en cuenta tres momentos claves: antes , durante y al final del mismo.

La evaluación inicial o diagnóstica nos aporta conocimientos previos del alumno al comenzar la etapa y así establecer el orden y secuenciar los contenidos de forma significativa.

La evaluación final o sumativa, trata de obtener información sobre el grado de consecución de los objetivos (de etapa o de ciclo).

A lo largo del proceso de evaluación la evaluación formativa debe proporcionar información sobre cómo se desarrolla dicho proceso, orientando las decisiones respecto a la conveniencia de continuar realizando las actividades programadas, así como efectuar las modificaciones oportunas al respecto. Al mismo tiempo ésta se debe utilizar como medio de información al alumnado de los resultados obtenidos de sus aprendizajes conforme se va realizando. Esta información puede ser de tipo causa-efecto (explicando los motivos de los errores), prescriptiva (indicando cómo salir del error), o motivante (señalando las posibilidades de nuevos aprendizajes).

En relación al cómo evaluar, el marco psicopedagógico que orienta al currículo requiere la utilización de métodos e instrumentos que proporcionen información cuantitativa y cualitativa, optando por el procedimiento de evaluación más idóneo en función del tipo de información que se quiera conseguir, así como del uso que se vaya a dar a ésta. Para valorar aspectos relacionados con el rendimiento físico (capacidades físicas) o con la eficacia motriz (habilidades básicas o específicas) se utilizan procedimientos e instrumentos cuantitativos (tests de aptitud física, circuitos, pruebas de coordinación, etc.).

Para obtener otro tipo de información no cuantificable sobre el proceso de aprendizaje del alumno, se utilizan las técnicas de observación , que suponen un recurso valioso y nos permiten dar al alumno información sobre su ejecución y sobre los posibles errores cometidos durante el proceso de aprendizaje :

Pueden aplicarse durante el proceso (evaluación continua).

Facilitan una información constante sobre las dificultades.

No requieren situaciones específicas de controles.

No obstante, para hacer una buena observación, esta debe poseer un determinado rigor:

Debe existir una planificación previa.

Debe realizarse de forma sistematizada.

Utilizar sistemas de registro de datos útiles.

Debe ser limitada en cuanto al nº de alumnos o de aspectos a observar.

El profesor debe elaborarse sus propias hojas de control o de registro, más idóneas para sus alumnos, que en muchos casos puedan ser entendidas y cumplimentadas por los propios alumnos y así llegar a su autoevaluación de sus aprendizajes.

Al alumno con esta técnica le permite tener un mayor conocimiento de sus progresos y de sus posibilidades, y el desarrollo de las bases para el aprendizaje autónomo.

Evaluación del proceso de enseñanza:

También debe extenderse la evaluación a la práctica docente, debiendo considerar el diseño de las unidades didácticas y su desarrollo en la práctica. La evaluación del proceso de enseñanza o de la práctica docente, se debe contemplar en dos momentos diferenciados en el tiempo. En primer lugar, durante el propio proceso de enseñanza y en segundo lugar al término de la unidad didáctica.

Los resultados de la evaluación de los aprendizajes de los alumnos deben ser utilizados por el maestro-profesor como un referente sobre la adecuación de dichos resultados a los objetivos propuestos, propiciando así una reflexión sobre la conveniencia de continuar con el desarrollo de la unidad didáctica o, por el contrario, realizar los cambios que sean necesarios.

El maestro-profesor debe tratar de utilizar todos los indicadores posibles que, mediante la observación y la reflexión crítica sobre ellos, puedan contribuir a mejorar su práctica docente.

Así, como indicadores que orienten al profesor sobre aquellos aspectos más relevantes que deben ser evaluados, en lo que a su actuación y a sus decisiones se refiere, se puedan señalar:

Grado de adecuación de los objetivos didácticos y de la selección de contenidos establecida.

Pertinencia de las actividades propuestas y de la secuencia seguida en su realización.

Congruencia entre objetivos didácticos y metodología empleada.

Presencia de estrategias didácticas diversificadas que den respuesta a los distintos intereses y ritmos de aprendizaje.

Adecuación de los medios materiales empleados.

Idoneidad de la estructura y organización de la clase.

Nivel de interacción con y entre los alumnos así como el clima comunicativo establecido en el aula.

La actividad evaluadora de la práctica docente debe estar ligada constantemente al proceso educativo, como el de la evaluación de la propia unidad en su conjunto al término de la misma, la actividad evaluadora del profesor deberá apoyarse en aquellas técnicas, procedimientos e instrumentos de evaluación que le permita obtener toda la información que precise para realizar la valoración de su práctica docente de la manera más sistemática y rigurosa posible.

Orientaciones para la evaluación:

A modo de síntesis de lo hasta ahora expuesto, la actividad evaluadora del área de Educación Física deberá considerar para su planificación, y desarrollo en el Proyecto Curricular de Centro al menos los siguientes aspectos:

Deberán ser objeto de evaluación ya sea de forma individual, colectiva o global, todos aquellos factores que puedan incidir de forma más o menos relevante en dicho proceso (adecuación de objetivos y contenidos, metodología, materiales, etc.).

La evaluación será considerada como un proceso continuo. La información obtenida deberá ser utilizada constantemente para verificar el grado de adaptación del proceso de enseñanza y de aprendizaje a las capacidades y necesidades de los alumnos, así como la adecuación de los elementos que componen e intervienen en dicho proceso respecto a los objetivos propuestos.

El comienzo de la actividad educativa y/o de cada actividad deberá estar precedido de una serie de tareas de evaluación inicial que determinen los conocimientos previos de cada alumno respecto a dicha actividad al objeto de poder adecuar sus objetivos de aprendizaje a sus necesidades y capacidades.

Al término de cada ciclo y etapa es necesario realizar una evaluación final que, además de recoger los resultados finales, informe sobre el desarrollo de todo el proceso en su globalidad con vistas a establecer la procedencia o no de modificaciones futuras.

La actividad evaluadora debe contemplar el proceso globalmente, poseer un carácter cualitativo que integre juicios de valor respecto a los elementos que componen la personalidad humana del alumno (muy importante en éste área), y cumplir una función diagnóstica y orientadora que permita corregir y reorientar la acción docente en función de las disfuncionalidades que se vayan produciendo durante el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Es más apropiada la evaluación criterial por cuanto que ésta va a suponer un considerable refuerzo en dicho proceso al considerar las peculiaridades de cada alumno y al contribuir a mejorar el autoconcepto del mismo mediante la valoración de sus progresos personales. Si bien la evaluación normativa sirve para tomar conciencia del alumno respecto al nivel medio de su grupo de edad.

A través de la autoevaluación el alumno se hace partícipe de forma activa en la valoración de su propio proceso, obteniendo una mayor conciencia de sus progresos y asumir mejor sus responsabilidades.

Es necesario plantear situaciones de evaluación que contemplen la interacción de los aprendizajes de los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales, pues el objetivo de la evaluación de los alumnos es el conocimiento del grado de mejora de sus capacidades, pues éstas son el resultado de la interacción entre los diferentes tipos de aprendizajes realizados.

Como consecuencia de la evaluación general y de la información que hemos obtenido, debemos considerar las actividades de recuperación como un replanteamiento del proceso de enseñanza y aprendizaje para aquellos alumnos que, por diversos motivos, no hayan podido lograr un desarrollo suficiente de sus capacidades mediante las actividades habituales. La recuperación supondrá una adaptación curricular concreta que, a través de actividades de apoyo o de refuerzo, de planes individuales, etc, incorpore las medidas pedagógicas necesarias para que dichos alumnos puedan alcanzar sus objetivos.

No nos podemos olvidar en estas orientaciones de la atención a la diversidad, pues en muchos casos nos vienen dados de la etapa de la Educación Infantil, al sufrir restricciones en su capacidad motriz, por el riesgo que comporta su desarrollo en ciertos medios urbanos y, en otras ocasiones, por una sobreprotección familiar, o por otras circunstancias socio-culturales. Para la atención a la diversidad tendremos en cuenta los conocimientos previos de los alumnos/as y así a través de estrategias y recursos pedagógicos plantear la atención individualizada.

También hay que tener en cuenta las diferencias individuales debidas al factor sexo, que aunque no son muy significativas en esta etapa, unas programaciones comunes para ambos sexos y unos refuerzos oportunos y adecuados, al realizar ciertas tareas tópicas para alguno de ambos sexos, sería un buen arranque preventivo para sucesivos aprendizajes en la pubertad y en la adolescencia.

Pruebas e instrumentos para medir las habilidades motrices básicas y específicas.

Los especialistas e investigadores que han intentado evaluar las habilidades motrices básicas se han visto desbordados por los numerosos problemas que plantea la medición. Los niños varían de uno a otro por la forma en que deciden ejecutar determinadas tareas, debido, fundamentalmente, a que no han desarrollado métodos de trabajo eficientes. Sólo numeraremos las pruebas de medición de las habilidades básicas, no su desarrollo. En función del movimiento podemos clasificar las habilidades motrices básicas en: desplazamientos, saltos, giros y lanzamientos y recepciones.

Desplazamientos:

Para evaluar los desplazamientos, los investigadores, además de emplear tareas locomotrices, han recurrido a tareas que suponen medición en la velocidad y agilidad en la carrera que exigen cambio de dirección durante ésta:

Velocidad de carrera.- Esta prueba es superior en cuanto a resultados en los varones que en las mujeres.

Tiempo de reacción.- Es un aspecto básico importante en la modificación del rendimiento motor y el aprendizaje de los niños.

En cuanto a tests de desplazamientos, vamos a citar uno que tiene como objetivo evaluar la agilidad:

Carrera de ida y vuelta.- Se colocan dos tacos de madera detrás de una línea y frente a dos áreas marcadas detrás de otra línea situada a 9 metras de la primera. El ejecutante se sitúa detrás de esta última. A la señal, corre hacia los tacos. Coge uno y lo deja en una de las áreas marcadas; vuelve a por el otro y lo coloca en el otro área, con lo que concluye la prueba. Material : dos tacos de madera de 5X5X10 cm. Área marcada y cronómetro.

Saltos.

En cuanto a saltos, podemos resaltar a nivel cuantitativo:

Salto vertical.- El alumno de pie, extiende los brazos hacia arriba y a continuación salta para ver cuanto ha superado. El resultado depende de la potencia de piernas y de la mecánica correcta del salto.

Salto en longitud sin carrera de impulso.- Se parte de una posición de pie, impulsando con ambos juntos y cayendo también con los dos pies juntos.

Giros.

Por medio de las actividades de giros y saltos-giros, el alumno toma conciencia de la posición del cuerpo en el espacio. Existen pocas pruebas para evaluar los giros. A nivel standard internacional hay una prueba referente a esta habilidad:

Sentido cinestésico del test principal de habilidad motora.- Consiste en saltar y girar 360º dentro de un círculo en ambos sentidos.

Lanzamientos y recepciones.

Para evaluar los lanzamientos hay que tener en cuenta los parámetros de velocidad, distancia y precisión. En los resultados de las recepciones influyen la forma en que se le pide al alumno que intercepte o coja un objeto, la forma y tamaño de éste y la distancia desde que es lanzado dicho objeto.

La prueba habitual para evaluarla consiste en que el alumno atrape una pelota de grandes dimensiones, lanzada de cerca. Posteriormente que la coja después de un bote, y, por último, al vuelo. El grado de dificultad y complejidad se obtiene aumentando la distancia y disminuyendo el tamaño de los objetos.

# Pruebas para medir las habilidades motrices específicas: Principalmente se refieren al desarrollo de las actividades deportivas. Hay que establecer las habilidades básicas de cada especialidad y a continuación se aplicarán los tests y se valorarán los resultados.

Vamos a enumerar unas baterías de test de los deportes de equipo que más se desarrollan en el ámbito escolar, como son: baloncesto, balonmano, voleibol y fútbol. Sólo sirve de referencia y cada profesor podrá elaborar sus propios tests en función de sus alumnos y del nivel de aprendizaje.

Batería de tests de baloncesto.- Pase rápido. Bote de velocidad. Tiro desde debajo del aro. Pase con dos manos por encima de la cabeza. Defensa individual, etc.

Batería de tests de balonmano.- Lanzamiento clásico con apoyo. Pase. Finta y bote-dribling. Lanzamiento clásico en suspensión. Pase, recepción, manejo y bote de balón. Desplazamientos defensivos, etc.

Batería de test de voleibol.- Pase colocación. Pase rápido. Remate. Saque. Recepción. Bloqueo, etc.

Batería de tests de fúlbol.- Autopase y tiro. Conducción. Saque de esquina. Golpeos. Despejes, etc.

Pruebas para medir y evaluar las cualidades físicas básicas:

Dado que el desarrollo de esta cualidades físicas se desarrollan en otros temas solamente vamos a enumerarlas, así como los tests que las miden ( fuerza, velocidad, resistencia y flexibilidad).

Fuerza.

Existen tres tipos de fuerza, absoluta, fuerza-explosiva y fuerza-resistencia.

La medida de la fuerza absoluta o máxima se puede determinar por medio de dinamómetros o por el empleo de pesas. Es necesario escoger el grupo muscular que queremos medir. En general este tipo de pruebas no es recomendable en la Educación Primaria. La medida de la fuerza-explosiva trata de medir la capacidad del sujeto al aplicar un máximo de fuerza en un tiempo breve y contra una resistencia relativamente débil (salto vertical, lanzamiento de balón medicinal, sin carrera ni salto –cadena cinética). La medida de la fuerza-resistencia, indica el grado de soporte ante la fatiga muscular. Se debe especificar el grupo muscular que se desea medir, y analizar su acción.

El alumno repetirá una serie de veces el movimiento, hasta llegar a un alto grado de fatiga (test de abdominales, flexión de brazos, flexión y extensión de brazos en posición de tierra inclinada).

Velocidad.

Se puede medir el tiempo de reacción y la velocidad de desplazamiento (estímulos visual y auditivo. Tiempos en carreras entre 20 y 50 m.

Resistencia.

Se diferencian en resistencia aeróbica y anaeróbica. Existen varias pruebas para medir cada una de ellas. (Test de Cooper, de Ruffier-Dickson, de Harvard, etc.).

Flexibilidad. Test de Flexión profunda de tronco. Test de Wells.

FUNCIÓN DE LOS CRITERIOS DE EVALUACIÓN DE ETAPA:

Los criterios de evaluación establecidos para cada una de las áreas que componen cada etapa, están en función de las capacidades indicadas en los objetivos generales.

Las principales funciones de los criterios de evaluación son:

Añadir un grado de concreción a las intenciones educativas.

Llamar la atención sobre algunos aspectos prioritarios del aprendizaje.

Posibilitar en el Proyecto Curricular de Centro, la consideración de las características del entorno socio-cultural del centro escolar, de las características de los alumnos y las opciones pedagógicas y didácticas de los profesores que imparten clases en él.

Sintetizando lo expuesto sobre los criterios de evaluación cabe señalar:

Son indicadores del grado de aprendizaje respecto a las capacidades indicadas en los objetivos generales.

No recogen todo lo que el alumno puede aprender, sino lo más importante para que pueda afrontar con éxito el próximo ciclo o etapa educativa.

Es una respuesta al ¿ qué enseñar?.

Requieren una gradación por ciclos.

No son criterios de promoción.

No pueden ser aplicados de una forma mecánica, sino flexible y contextualizada.

No se pueden valorar directamente.

La constatación de su adquisición requiere la realización de diferentes tareas de evaluación.

CONCLUSIONES:

Por la evaluación recibimos gran información del alumno, del grupo y de los aspectos socioculturales que nos van a dar la posibilidad de que podamos mejorar posteriormente las condiciones, para la mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje. En este tema hemos desarrollado los aspectos legales, así como un análisis del proceso de enseñanza-aprendizaje, desde el punto de vista de la evaluación.

Las pruebas de evaluación de la Educación Física son meramente orientativas, para el alumno de Educación Primaria, pues son muchas las que podemos realizar para medir tanto las habilidades como las cualidades físicas básicas. Lo más importante es que a través de la evaluación podemos sacar conclusiones de los elementos que la integran y así ser más realista en el proceso de enseñanza-aprendizaje, proponiendo medidas de forma integradora o/y a través de la diversificación que ayuden al alumnos y al propio grupo a la consecución de los objetivos generales del ciclo o de la etapa.

Es muy importante en todo ello la situación del profesor que a través de la motivación, conocimiento del grupo y de la imaginación e ilusión que ponga al servicio del proceso, para que sea exitosa su tarea, en beneficio del discente.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y DOCUMENTALES:

Blázquez, D. (1992): “Evaluar en Educación Física”. INDE. Barcelona.

Bloom, B. (1975): “Evaluación del aprendizaje. Troquel B. Aires.

M.E.C. (1992): “Cajas Rojas” de Educación Primaria. Vol. de Educación Física. M.E.C.

L.O.G.S.E. (1993). “Ley de Ordenación General del Sistema Educativo y normativa complementaria. M.E.C. Madrid.

Sánchez Bañuelos, F. (1990):”Bases para una didáctica de la Educación Física y el Deporte. Gymnos. Madrid.

Coll,C. Y otros (1993):”La evaluación del aprendizaje en el currículum escolar: una perspectiva constructivista. Grao. Barcelona.

Pérez Gómez,A.I.(1985): “Modelos contemporáneos de evaluación”. Ed. AKAL. Madrid.

Velásquez Buendía, R. (1991): “La evaluación en la Educación Física. Cuadernos de Pedagogía, nº 198. Diciembre. Ed. Fontalba. Barcelona.

Diccionario de la Lengua Española. Espasa Calpe. (R.A.E.) 1970.Madrid.