Tema 6A – Capacidades físicas básicas, su evolución y factores que influyen en su desarrollo.

Tema 6A – Capacidades físicas básicas, su evolución y factores que influyen en su desarrollo.

1. INTRODUCCIÓN

Todo docente debe tener en cuenta que el niño no es como el adulto. Esto hace que el desarrollo de los diferentes esfuerzos no le afecte de igual manera que a éste. Por eso, no se pueden usar los mismos sistemas, aunque se rebajen las cargas. El niño requiere una metodología específica.

Cuando hablamos de etapas educativas, en donde las cualidades se encuentran en crecimiento, es más adecuado hablar de capacidad, en atención a la potencialidad de desarrollo del niño.

Durante el periodo escolar, se produce un continuo avance en las capacidades físicas (salvo en la flexibilidad, como ya se explicará posteriormente). No obstante, es momento de hacer una aclaración, que preside todo el desarrollo del tema: nuestro ámbito es educativo y por lo tanto, los objetivos se alejan del rendimiento. De ahí que el trabajo llevado a cabo en la EP, se centre particularmente en los aspectos cualitativos del movimiento. Siendo tratados los cuantitativos de forma global, no específica, como base para el desarrollo posterior en ESO.

2. CAPACIDADES FÍSICAS BÁSICAS: CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN

Todo acto motriz depende de los mecanismos de percepción, decisión y ejecución. Respecto al papel de éste último, se puede simplificar diciendo que es la aplicación final, que puede llegar en algunos casos, a ser algo mecánico. Esta fase necesita un soporte físico, una serie de capacidades que posibilitan el paso de la teoría a la práctica. Son las capacidades físicas.

Navarro las define como: aquellos elementos que capacitan físicamente al individuo, es decir, desarrollan los aspectos cuantitativos del movimiento.

De manera conjunta determinan la condición física del individuo. A lo largo del tema, las veremos por separado, pero es necesario precisar que actúan de forma conjunta, lo que ocurre es que dependiendo del tipo de movimiento, predominará una u otra.

Atendiendo a ese criterio de participación, diversos autores han diferenciado entre:

(a) Capacidades físicas básicas: o condicionantes. Intervienen significativamente en todos los movimientos. Son fuerza, velocidad, resistencia y flexibilidad (aunque con esta última hay cierta controversia).

(b) Capacidades físicas complementarias: intervienen en todos los movimientos, pero su importancia es menos significativa: son equilibrio y coordinación.

(c) Capacidades físicas derivadas: se forman tras la unión de varias. Son las que verdaderamente se manifiestan en la actividad física: potencia (fuerza + velocidad) y agilidad (equilibrio + flexibilidad + velocidad).

Otros autores han clasificado las capacidades físicas según el aporte de energía necesario o según el tipo de movimiento. Otra clasificación recurrente es:

• Capacidades orgánicas: resistencia aeróbica.

• Capacidades musculares: resistencia anaeróbica, fuerza, flexibilidad, velocidad.

• Capacidades perceptivo motrices: equilibrio, coordinación, velocidad a reacción.

A lo largo del tema, realizaré una exposición de lo que los diversos autores han entendido como las capacidades físicas básicas, que componen la parte cuantitativa del movimiento: fuerza, velocidad, resistencia y flexibilidad.

1. CAPACIDADES FÍSICAS BÁSICAS

(a) Fuerza

i. Concepto y tipología:

Capacidad para ejercer tensión contra una resistencia (Morehouse). Otra definición: es una capacidad neuromuscular que permite superar resistencias gracias a la contracción muscular; aunque ésta no es tan válida, bajo mi punto de vista, en tanto que no siempre se consigue superar la resistencia. Todas las actividades requieren de forma primordial, cierto tipo de fuerza. Hay autores que consideran, por tanto, que es la capacidad física principal.

Dentro de las numerosas clasificaciones respecto a los tipos de fuerza, destaco:

• Fuerza Máxima: es la mayor contracción voluntaria. Existen:

◦ Isométrica: la resistencia no se desplaza. El músculo no varía su longitud.

◦ Isotónica: la resistencia si se desplaza, por lo que si varía la longitud del músculo. A su vez se divide en:

▪ Concéntrica: contra la fuerza de la gravedad.

▪ Excéntrica: a favor de la fuerza de la gravedad.

◦ Auxotónica: la resistencia del objeto aumenta a medida que disminuye la longitud del músculo. Como ocurre al manipular un muelle.

• Fuerza Velocidad. Es la capacidad de hacer frente a una resistencia media a una velocidad elevada. Se puede distinguir:

◦ Potencia: alta velocidad, carga elevada. Remo.

◦ Fuerza explosiva: aceleración máxima, cargas medias. Boxeo.

• Fuerza Resistencia: se enfrenta a una resistencia baja, durante un tiempo prolongado y con una velocidad media. Es lo que se conoce como contracción isocinética, en la cual se produce una contracción submáxima constante, como en la natación.

ii. Factores.

En primer lugar, es necesario mencionar la 2ª ley de Newton, según la cual, fuerza es igual a masa por aceleración. Por lo tanto, el aumento de fuerza puede lograrse por aumento de la masa o de la aceleración.

A. Fuerza absoluta: es la tensión máxima que puede alcanzar un músculo en una sola contracción.

• Sección transversal: la fuerza es proporcional al corte transversal del músculo. A mayor volumen más fuerza. Es la ley del espesor.

• Disposición de las fibras: según el eje longitudinal del músculo:

• En ángulo, como el recto anterior en el muslo. El más fuerte.

• Oblicuo, como el semimembranoso.

• Paralelo, sartorio. El menos fuerte.

• Tipos de fibras: las rojas son más lentas y resistentes, aunque menos fuertes. Las blancas, más rápidas y menos resistentes, aunque más fuertes.

• Longitud del músculo: cuanto más largo, más se acorta, por tanto, más capacidad de contracción y más fuerza. Es la ley de Borelli.

• Longitud inicial del músculo: si está acortado o sobre estirado, tendrá menos fuerza. Al 88% se encuentra en las mejores condiciones.

• Inervación muscular: a mayor número de unidades motrices estimuladas en un músculo, mayor fuerza de contracción. Interviene por tanto el SN.

B. Fuerza efectiva: fuerza que permite al deportista el máximo resultado deportivo, por una mejor utilización de su energía, palancas y técnica.

• Tipo de palanca: mayor brazo de potencia, más fuerza y menos recorrido. Mayor brazo de resistencia, menos fuerza y más recorrido.

• Inercia: si algo está en movimiento es más difícil pararlo y fácil moverlo. Si algo está parado es más difícil moverlo.

• Ángulo de tracción: 90º es el punto en el que se ejerce la fuerza máxima.

• Coordinación intermuscular: agonista (hace) antagonista (frena), sinergistas (ayudan) y fijadores (estabilizan).

• Otros factores: serían la edad y el sexo, la motivación, entrenamiento (técnica), temperatura, etc.

iii. Desarrollo en edad escolar.

En primer lugar, aclarar que es necesario que las cargas no sean muy pesadas, ya que su organismo no está aún preparado para ello.

Los tipos de entrenamiento de fuerza son:

• Preparación general: ejercicios generales que implican grandes grupos musculares. Sirve como base para la preparación posterior.

• Preparación dirigida: se realizan ejercicios que desarrollan los músculos que intervienen en la especialidad concreta.

• Preparación específica: se conserva el patrón de movimientos de la especialidad, pero aumentando la carga.

Los sistemas para entrenarla son: Cargas máximas, cargas submáximas, entrenamiento aeróbico de la fuerza (fuerza-resistencia), pliometría, etc.

En el entrenamiento de la fuerza es preciso tener en cuenta una serie de normas referidas a la correcta utilización de las cargas, sobre todo en la columna vertebral y al progresivo aumento de éstas.

El trabajo sistemático de la fuerza no es recomendable antes de los 16-17 años. Los incrementos de fuerza y velocidad anteriores a esta edad, son debidos al crecimiento (aumento de las palancas) y a una mejora de las coordinaciones, aspecto éste en el que deberemos fundamentar nuestro trabajo. Es aconsejable un trabajo dinámico, partiendo de cargas leves que irán aumentando progresivamente.

Partiendo por tanto, de esta idea, en la EP no tiene sentido el trabajo sistemático de la fuerza, puesto que los niños carecen de la base hormonal suficiente y de un sistema músculo-esquelético maduro, el trabajo de la fuerza está unido a la coordinación.

Así entre los 6-12 años, serán apropiadas las carreras, saltos… A su vez, podemos proponerles juegos de tracción, arrastre, empuje, con pequeñas cargas (bancos suecos, colchonetas). Ejercicios de cuadrupedias, reptaciones, lanzamientos, etc. A partir de los 12-13 años, podrán incluirse ejercicios con autocargas y por parejas.

Todos ellos permitirán un aumento por lado, de la eficacia motora, es decir, el que el niño conozca y controle la fuerza que es capaz de aplicar a un ejercicio y por otro, el desarrollo de una musculatura armónica, lo que traerá consigo el control de posturas, durante una actividad, de forma correcta.

iv. Evolución

Hasta los 11-12 años (entrada en la pubertad), los aumentos de la fuerza se deben a una mayor coordinación motriz, así como al propio crecimiento (mayor amplitud de las palancas, crecimiento muscular). No se han de usar cargas pesadas, puesto que su organismo es débil.

En la pubertad, se produce un crecimiento brusco (primero en las chicas). Sin embargo, no se ha de tener cuidado en esta fase, puesto que los cartílagos de crecimiento se encuentran debilitados.

Durante la adolescencia se produce un aumento en la fuerza debido al crecimiento y a la mayor producción hormonal (estrógeno y testosterona). A partir de este punto se empiezan a diferenciar notablemente, los valores máximos entre chicos y chicas.

Sobre los 20 años, se finaliza la formación muscular, teniendo especial en no sobrecargar tejido joven. Desde este momento, se pueden usar todo tipo de cargas y entrenamientos, aunque siempre respetando las características individuales. Desde los 25 y dependiendo del entrenamiento, se produce un descenso paulatino.

(b) Resistencia.

i. Concepto y tipos.

Es la capacidad psicofísica del individuo para soportar esfuerzos prolongados, retardando la aparición de fatiga. Según se esté trabajando con déficit de oxígeno o no, encontramos:

• Aeróbica: (orgánica). Capacidad para soportar esfuerzos de intensidad media, durante un tiempo prolongado, con utilización de oxígeno. Las pulsaciones no han de superar 140-160 en un adulto. Se distinguen a su vez, varias fases:

◦ Fase Inicial. Según va comenzando el ejercicio, las necesidades de oxígeno van aumentando. Aquí se aprecia una pequeña fase en la que se trabaja con deuda de oxígeno, mientras el organismo realiza unos ajustes para adecuarse al ejercicio.

◦ Steady State (fase de mantenimiento). La relación entre aporte y gasto se estabiliza, por lo que ya no hay deuda de oxígeno. Aunque siga durante mucho tiempo, las pulsaciones no aumentarán más de 150-160. El consumo es estable.

◦ Fase Final. Una vez cesa la actividad, el consumo de oxígeno y las pulsaciones van disminuyendo hasta alcanzar los niveles basales. 1º un descenso brusco y luego paulatino.

• Anaeróbica: (muscular). Se trabaja con intensidades altas, con déficit de oxígeno, durante el mayor tiempo posible. A su vez se divide en:

◦ Aláctica: intensidad muy alta, corta duración (<25”). No da tiempo a que aparezca ácido láctico.

◦ Láctica: intensidad alta, con una duración mayor de 25”, apareciendo una acumulación de ácido láctico (desecho de la glucosa), que reduce el PH de la sangre, provocando fatiga. Es lo que se conoce como umbral anaeróbico.

ii. Factores.

Si bien los aspectos psicológicos juegan un papel importante, los biológicos se consideran determinantes. Algunos de ellos son:

A. Consumo máximo de oxígeno: es la que mejor cuantifica la capacidad aeróbica, aunque es difícil medir. Se expresa en (ml/kg/minuto). Es la cantidad máxima de oxígeno que puede ser utilizado para realizar una actividad física.

B. Corazón: el trabajo aeróbico, en fase de desarrollo, produce un aumento de las cavidades inferiores. El trabajo anaeróbico provoca un engrosamiento de la fibra, impidiendo el aumento de las cavidades (no recomendado por tanto en fase de crecimiento). Los niños pueden trabajar en valores aeróbicos con unas pulsaciones mayores que los adultos (170-180).

C. tipos de fibras: existe una correlación entre fibras lentas (rojas) y el consumo máximo de oxígeno. Estas fibras tienen más mitocondrias, que sintetizan nuevo ATP, prolongando la capacidad aeróbica. Las blancas se fatigan antes.

D. Volumen pulmonar: el aumento del volumen pulmonar, unido a la hipertrofia de los músculos torácicos, provocan una respiración más profunda y más pausada, que mejora el intercambio de gases.

E. Umbral anaeróbico: es el punto en el cual se empieza a acumular el ácido láctico, llegando al extremo de obligar a detener la acción, debido a la aparición de la fatiga. El organismo infantil no debe trabajar en niveles anaeróbicos, pues no está preparado, ni a nivel coronario ni en cuanto a producción de energía.

F. Motivación: el querer llevar nuestros límites más allá, hace que se mejoren los resultados.

iii. Desarrollo en edad escolar.

En las primeras edades, la evolución de esta cualidad es muy suave, producto fundamentalmente del crecimiento. A los 7-8 años tiene una progresión moderada que se mantendrá hasta el fin de EP. Con la pubertad, se produce un periodo de estancamiento momentáneo. Desde aquí, se entra en una fase de rápido desarrollo durante la adolescencia.

El entrenamiento de la resistencia de una manera adecuada, provoca en el organismo una serie de respuestas, que conducen a las siguientes mejoras:

• Disminución de la frecuencia cardíaca en reposo.

• Retorno de las pulsaciones a la situación normal mas rápidamente.

• Aumento del volumen de las cavidades cardíacas.

• Transporte de mayor porcentaje de oxígeno en la sangre.

• Retardo de la concentración de ácido láctico cuando se realizan ejercicios de mayor intensidad.

De los 6 a los 12 años, en la EP, la mejora será constante, dada la hipertrofia que experimenta el corazón. De los 8-9 años, podremos empezar a aumentar el volumen de trabajo, debido a la mayor captación de oxígeno y el aumento del volumen cardíaco.

Las cargas anaeróbicas no tienen sentido y son perjudiciales en la infancia, ya que los sujetos no tienen la capacidad de aprovechar este trabajo y le va a costar mucho más eliminar el ácido láctico del músculo. Además puede provocar un engrosamiento de las paredes del corazón, lo que no permite el aumento en volumen de las cavidades.

Según Álvarez del Villar, se ha de utilizar un método continuo:

• Carrera continua: trabajo con un ritmo uniforme y moderado, en un tiempo de trabajo relativamente largo (manteniendo el niño 140-160 pulsaciones). Muchos juegos responden a ésta forma de trabajo. Este tipo de actividad, se puede aplicar en el 3º ciclo, para aprender a mantener un ritmo de carrera y dosificar el esfuerzo.

• Farlek: es una carrera con cambios de ritmo. Un ejemplo de farlek adaptado, se puede hacer a través de los juegos de filas. Todos deben avanzar con una carrera suave y a la señal, el último tiene que adelantar a sus compañeros hasta colocarse el primero con un ritmo más rápido al de los demás o realizando un tipo de movimiento diferente (saltos por ejemplo).

Existe también la posibilidad de utilizar un método fraccionado:

• Circuito: es un método realmente útil en la escuela. Consiste en un conjunto de ejercicios (estaciones) por el que todos los sujetos van pasando, en el que se alternan diferentes grupos musculares en cada uno. Los ejercicios deben ser sencillos, trabajando un grupo muscular distinto al anterior, respetando así el principio de alternancia. Las repeticiones pueden oscilar entre 15 y 20 por cada estación. Repitiéndose 2-3 veces, con una recuperación de entre 2 y 5 minutos entre las series. Es importante que no entren en valores anaeróbicos.

Para desarrollar la resistencia aprovecharemos los contenidos del área de EF: los juegos, las habilidades y destrezas básicas, los bailes, las danzas, los contenidos predeportivos. Todo el trabajo va encaminado a la mejora de la resistencia aeróbica, aunque recordemos que las sesiones no deben ir encaminadas a metas concretas en cuanto al desarrollo específico de capacidades físicas.

iv. Evolución

La evolución en los primeros años es suave. A partir del 2º ciclo (8-9) se produce una progresión moderada. En la pubertad, proceso de crecimiento muy brusco, se da un estancamiento (al igual que el resto de capacidades). Pero una vez se entra en la adolescencia, se produce un rápido desarrollo, en parte por el desarrollo del corazón y los pulmones, así como la mejora en los procesos fisiológicos relativos a la producción de energía.

De los 18 a los 22, se alcanzan los mejores niveles de resistencia en la vida del sujeto, manteniéndose hasta los 25. A partir de los 30, se inicia un proceso de pérdida, que dependerá del entrenamiento.

(c) Velocidad

i. Concepto y tipos.

Capacidad de realizar acciones motrices en el menor tiempo posible. Existen varios tipos:

• Velocidad de desplazamiento: recorrer un espacio en el menor tiempo posible.

◦ Velocidad máxima. La mayor velocidad de desplazamiento posible.

◦ Velocidad de aceleración: alcanzar la velocidad máxima en el menor tiempo posible.

◦ Velocidad resistencia: mantener una velocidad submáxima durante el mayor tiempo posible.

• Velocidad de reacción: actuar lo más rápido posible tras un estímulo, normalmente externo.

◦ Simple: el tipo de reacción siempre es el mismo ante un estímulo conocido.

◦ Compleja: el individuo debe reaccionar y elegir, tras un estímulo, entre dos o más opciones. Es importante la capacidad para decidir rápido.

• Velocidad Gestual: gesto técnico en el menor tiempo posible.

◦ Acíclica: es un gesto aislado. Regate en fútbol.

◦ Cíclica: es un conjunto estructurado de movimientos. Remo.

ii. Factores que intervienen.

A. Velocidad (en general).

• Tipo de fibras musculares: las fibras blancas son más rápidas.

• La velocidad de los impulsos nerviosos.

• Grado de estiramiento previo de la fibra muscular.

B. Velocidad de desplazamiento.

• Amplitud y frecuencia de zancada.

• Coordinación intermuscular entre agonistas y antagonistas.

• Fuerza de los músculos extensores de la pierna.

• Elasticidad muscular y la movilidad articular (Flexibilidad).

• Edad y sexo. Los hombres más fuertes, por lo que son más veloces. Las mujeres desarrollan antes.

C. Velocidad de reacción.

• Intensidad y duración del estímulo. Cuanto mayor sea, mayor velocidad.

• El número de estímulos presentes. Si hay uno solo, mayor velocidad, pues hay menos que decidir.

• Los estímulos auditivos y táctiles se perciben más rápidamente, por lo que la velocidad es mayor.

• La capacidad de concentración y el grado de atención.

D. Velocidad gestual.

• Extremidades superiores permiten mayor velocidad que las inferiores.

• El grado de automatización del movimiento.

• Los movimientos hacia adelante son más rápidos que hacia atrás.

iii. Desarrollo en edad escolar.

Pese a que no el entrenamiento no es apropiado, como tal, en la etapa de primaria, es importante conocer los distintos sistemas para entrenar y mejorar la velocidad:

A. V. Desplazamiento.

• Series cortas: 20m-40m al 100%. también se pueden hacer en cuestas suaves hacia abajo.

• Potencia. Cuestas hacia arriba.

• Técnica de carrera. Analizando apoyos, zancadas, brazos, etc.

B. V. Reacción. Es imposible mejorar la velocidad a la que viajan los estímulos por el sistema nervioso. Lo que se puede hacer es acostumbrarse a reaccionar de una forma ante un estímulo determinado. Se mejora también la concentración.

C. V Gestual. Implica conocer y mecanizar un gesto técnico. Se puede hacer de modo aislado, para depurarlo.

En la infancia, se debe incidir primordialmente en los aspectos de coordinación neuromuscular. La velocidad va a desarrollarse fundamentalmente a expensas de la fuerza y la coordinación. Será a partir de los 5-6 años, cuando la velocidad experimente una ligera mejora. El tiempo de reacción todavía no es del todo bueno.

En las edades de 8-11, 2º y 3º ciclo, se produce un periodo de crecimiento estable antes de la pubertad y los niveles de coordinación son satisfactorios, pudiendo considerarse como un momento excelente para el desarrollo de esta cualidad. De todas formas, debido a la falta de fuerza, el nivel es solo la mitad del que llegará en la edad adulta. Superando el bache de la pubertad, la velocidad inicia su máximo desarrollo.

Para incidir en la velocidad de reacción, se pueden realizar lo que comúnmente se ha denominado “salidas”. La distancia a recorrer será mínima (5m). Es recomendable utilizar diferentes tipos de estímulos (visual, auditivo, táctil…) y posiciones para dar la salida.

Para desarrollar la velocidad gestual, se realizarán habilidades y destrezas, tanto básicas, como específicas. Pudiéndose realizar saltos, giros, combinaciones de varias habilidades básicas, lanzamientos a canasta, botes, etc.

A la hora de trabajar la velocidad de desplazamiento, es muy importante tener en cuenta las pausas, de modo que se favorezca una recuperación completa, pues de lo contrario, entraríamos en lo que sería resistencia anaérobica.

En general, el trabajo de la velocidad podremos realizarlo con el conjunto de habilidades y destrezas, en todas sus manifestaciones. Los juegos, dada su motivación intrínseca, serán un buen método, siempre que provoquemos que jueguen al 100%: juegos reactivos (blanco-negro), de persecución, relevos…

iv. Evolución.

Como ya he dicho, la mejoría de la velocidad va ligada al aumento de la fuerza y de la coordinación. Por eso hasta la adolescencia y una vez que recupera la coordinación perdida, en periodos bruscos de crecimiento, no se observan mejoras importantes.

Entre los 18 y los 23 se alcanzan los valores máximos. Perdiéndose a partir de este punto. Tras la flexibilidad es la capacidad que antes comienza a descender.

(d) Flexibilidad.

i. Concepto y tipos.

Capacidad que permite alcanzar la mayor amplitud de movimientos, gracias a la elasticidad muscular y a la movilidad articular (Álvarez del Villar). Podemos hablar de:

• General: refiriéndonos a los grandes grupos musculares y a las articulaciones principales en conjunto.

• Específica: una articulación en concreto, provocado quizá por un entrenamiento específico.

• Activa: mayor amplitud alcanzada por la propia fuerza.

• Pasiva: mayor amplitud total, requiriendo un elemento externo (material o compañero).

ii. Factores

A. Movilidad articular. Según las articulaciones puedan moverse en uno o varios ejes:

• Diartrosis: mucha movilidad.

• Anfiartrosis: poca movilidad.

• Sinartrosis: nula movilidad.

B. Edad. Es la única capacidad involutiva, por tanto, se tiene más cuanto más joven se es.

C. Sexo. Las mujeres son más flexibles debido a que su constitución es más laxa.

D. Temperatura muscular, hora del día, entrenamiento.

E. Coordinación intermuscular entre agonistas y antagonistas.

iii. Desarrollo en edad escolar.

Cuando se habla de desarrollo de la flexibilidad, en realidad, se está hablando de realizar un proceso de recuperación de los niveles que debiera tener el individuo, según su edad y morfología. En el ámbito escolar, el trabajo de la flexibilidad irá enfocado a los métodos activos, en los que el propio individuo realiza la fuerza y de carácter:

• Estático: manteniendo la elongación muscular. En ejemplo claro es el streching de Anderson.

• Dinámico: en los que incidirá en la posibilidad de movimiento articular. Por ejemplo, circunducción de hombros.

Se deben realizar ejercicios en los que las articulaciones realicen todos los movimientos posibles, procurando siempre hacer un calentamiento previos. Evitaremos los rebotes y métodos pasivos (aplicación de fuerzas externas), así como los ejercicios forzados.

El trabajo de la flexibilidad puede ser beneficioso para conocer mejor nuestro cuerpo. Ha de ser un trabajo enfocado a encontrar una postura correcta, que nos ayudará a reducir las tensiones musculares, a relajarnos, evitando malformaciones o lesiones. Ahora bien, es necesario reconocer que algunos métodos son poco motivantes.

Su desarrollo puede realizarse a través de sesiones específicas, con intención de mejorar la amplitud articular. O introducirnos a través del calentamiento, cuyo objetivo principal va a ser la prevención de lesiones. METER AQUÍ LO DEL ESTUDIO ESE QUE DICE QUE NO………… Una tercera forma estaría determinada por los estiramientos de vuelta a la calma, cuyo objetivo es simplemente favorecer la recuperación del músculo.

La fuerza, la velocidad y la resistencia cobran protagonismo en el 3º ciclo. La flexibilidad se debe trabajar en todos los cursos. En la etapa de EP no se trabajarán ni fuerza máxima, ni resistencia anaeróbica, ni velocidad-resistencia, ni métodos pasivos de flexibilidad, ya que el organismo de nuestro alumnado no está preparado para dichos esfuerzos.

iv. Evolución.

Como ya se ha dicho, es una capacidad involutiva. Pero hay que tener en cuenta que los momentos en los que se pierde, de forma más brusca la flexibilidad, coinciden con la etapa de primaria: De 6 a 9 años, propiciando por el cambio que sufre su actividad diaria (muchas horas sentado en clase). De 11 a 13, en plena pubertad, es el descenso más brusco. Por eso es necesario trabajar la flexibilidad en EF.

La mayor o menor pérdida, depende del entrenamiento y las características físicas del individuo.

2. CONCLUSIÓN

Todo docente debe conocer los métodos de trabajo, los factores que determinan la evolución de cada capacidad, su evolución, etc. Pero debe quedar clara una idea, por encima de todo lo demás. En EP, debido a las características físicas y psicológicas del alumnado, no debemos pretender alcanzar resultados. No se ha de realizar un trabajo específico. Ha de ser un trabajo global, digamos que desarrollado horizontalmente a través de los bloques de contenidos, mediante juegos y actividades fomenten, en principio, una mejora de las habilidades y destrezas motrices.

Solo en el 3º ciclo y de acuerdo con las características del alumnado, se podrán plantear diversas actividades con un nivel de exigencia mayor, orientado a preparar al alumnado para un acondicionamiento físico de base, que será desarrollado, principalmente, en la siguiente etapa.

3. BIBLIOGRAFÍA

(a) Álvarez del Villar. La preparación física del fútbol basada en el atletismo.

(b) Sánchez Bañuelos: Bases para una didáctica de la Ef y el deporte. Este texto, dentro de un contexto educativo de talante actual, trata de incorporar a la didáctica específica de la E.F. y el Deporte las aportaciones más fundamentales de la investigación en las áreas del aprendizaje y del desarrollo motor.

(c) Villada y Vizuete: Fundamentos teórico-didácticos de la EF. En este libro nos muestra la EF como contenido de conocimiento disciplinar. Explica su didáctica, los diferentes aspectos implicados en el desarrollo motor, así como debiera ser el diseño y su integración en el currículo escolar.

(d) Asignatura: Educación Física de Base. UC Ramón Torralbo.2000

(e) Asignatura: ——————————. UC. Cimiano. 2002